El terror vuelve a Colombia
Era semana santa 2009, estábamos por iniciar un voluntariado social en distintas localidades de Guasdualito en el estado Apure, Venezuela, un padre jesuita nos recibió en su residencia asignada y nos contó una realidad que ya conocíamos pero que no habíamos vivido en primera persona. “Toda esta zona está tomada por la guerrilla colombiana, el tráfico de drogas y de gasolina es a diario en la frontera por Arauca, nadie hace nada, mi preocupación son los jóvenes, que ven en la vida guerrillera autos costosos y mucho dinero, son seducidos por eso para que se sumen a la causa delincuencial”, pudimos entender lo que el padre nos decía cuando llegamos a la población de Ciudad Sucre, una población totalmente tomada por grupos irregulares colombianos.
Después de la firma del acuerdo de paz entre el Estado colombiano y las FARC en 2016, han sido reiteradas las denuncias del aumento de la presencia de grupos irregulares en Venezuela, sin embargo, desde hace años atrás, tanto el ELN como las FARC, ya estaban establecidos y cometían crímenes en territorio venezolano, específicamente en los estados Zulia, Táchira, Barinas y Apure. El gobierno venezolano nunca mostró interés por estas denuncias e incluso se habla de colaboración con estos grupos irregulares.
Cuando Colombia parecía haber dejado atrás, los secuestros, los niños soldados, las minas antipersonas, las violaciones y el cobro de vacuna, el terror ha regresado. Corrían las 2:00 am del 29 de agosto 2019, las FARC publicaban un video encabezado por Iván Márquez, declarando que volverían a las armas y que utilizarían la cooperación de los empresarios para financiar sus campañas, lo cual se conoce como vacunas, un pago obligatorio a cambio de no ser secuestrado, robado o asesinado, mientras que, por otro lado, aunque no lo declaro, es conocido de la actividad delictiva de tráfico de drogas que maneja esta organización y que tendrían garantizado desde el territorio venezolano.
Nuevamente los estratos sociales más bajos de Colombia son los que sufren de este terror, los campesinos, los pequeños productores y las poblaciones aisladas, serán nuevamente las principales víctimas. En las grandes ciudades los atentados son esporádicos y generan titulares de noticias mundiales, mientras que, en las pequeñas poblaciones, estos grupos irregulares cometen sus crímenes y muchas veces nadie se entera.
El pasado 28 y 29 de julio de 2019, se celebró en Caracas la reunión del Foro de San Pablo, foro que reúne a partidos políticos y movimientos sociales de izquierda y centro izquierda de toda América y que busca, como bloque, plantear propuestas antiimperialistas y promover una agenda en conjunto en cuanto a temas económicos y sociales[1]a nivel regional, a este evento fueron invitados miembros de las FARC[2], la Justicia Especial de Paz encargada de acompañar los acuerdos de paz, autorizó la participación de ellos en dicho foro, en representación del partido político FARC asistieron Rodrigo Granda y Carlos Lozada, ex guerrilleros. Colombia es el único país de América del Sur que nunca ha sido gobernado por partidos políticos miembros del Foro de San Pablo y donde tampoco ha sido electo nunca para presidente, un gobierno de izquierda, por lo cual muchos movimientos miembros del Foro de San Pablo y miembros de partidos políticos de izquierda en Colombia, han legitimado el accionar de grupos irregulares para tomar el poder político.
Los acuerdos de paz, impulsados por el ex presidente Juan Manuel Santos y auspiciados por los gobiernos de Cuba, Venezuela y Noruega, habían logrado ponerle fin a 50 años de violencia generada especialmente en zonas rurales por las FARC. La hazaña lograda por el Estado colombiano y del jefe negociador Humberto de la Calle fue tal, que el ex presidente Juan Manuel Santos recibió el Premio Nobel de la Paz en el año 2016, mientras que a los líderes guerrilleros se les otorgaban, sin necesidad de elección, cinco bancas dentro del congreso de Colombia para que iniciaran su trabajo político. Para ratificar estos acuerdos, se consultó a un referéndum consultivo abierto a todos los electores colombianos, en este referéndum, la opción del NO triunfo por el 50.12% de los votos, sin embargo, el Estado colombiano siguió adelante con los acuerdos y el 26 de septiembre de 2016, en Cartagena de Indias, firmaron los acuerdos, el ex presidente Santos y los líderes de las FARC.
Después de todo el esfuerzo político y jurídico realizado por distintos actores internacionales y por el Estado colombiano, con la roma de las armas nuevamente por parte de las FARC, pareciera que todo el proceso de paz fue una estrategia electoral para beneficiar al candidato Gustavo Petro en las elecciones presidenciales realizadas en Colombia en mayo de 2018 o bien una estrategia para neutralizar los trámites de extradición que el Estado colombiano estaba realizando para enviar a líderes de las FARC a los Estados Unidos de América, donde son requeridos por crimines de narcotráfico. Por ahora, no sabremos con certeza que ocultaban los acuerdos de paz, lo que sí sabemos, es que las FARC han regresado, con apoyo y con fuerza, para seguir causando terror, ya no solo en Colombia y en esta nueva etapa con apoyo del régimen venezolano[3].
[1] http://forodesaopaulo.org/
[2] https://ellibero.cl/actualidad/ex-lideres-guerrilleros-de-las-farc-asisten-al-foro-de-sao-paulo-en-caracas-donde-tambien-participan-dirigentes-de-la-izquierda-chilena/
[3] https://www.sebastianasinsecretos.com/2018/09/28/las-farc-se-reagrupa-en-apure/